15. Parte II. Los retos de Bolivia a partir de enero de 2021.

 

15. Parte II. Los retos de Bolivia a partir de enero de 2021.

¿Fue fraude electoral o negociación política concertada de los partidos de oposición al MAS.?




En el anterior apartado se sugiere la existencia de un fraude electoral en las elecciones del 18 de octubre de 2021 con las evidencias/ejemplos que se plantearon. Para que los supuestos se conviertan en un hecho jurídico necesariamente debe existir pruebas fehacientes y comprobables que sólo con una auditoría especializada como la realizada por la OEA a las elecciones de octubre del año 2019 se podrían obtener.

Aunque se disponen de indicios suficientes para que los partidos de la oposición presionen al TSE para llevar a cabo una auditoria internacional con el fin de transparentar la elección presidencial no se ha realizado ninguna declaración o comentario referente a un posible fraude. Parte de las organizaciones sociales y algunos ciudadanos han manifestado de manera personal sus dudas, descontento y con algunas pruebas no concluyentes del posible fraude del 18 de octubre de 2021 pero no han encontrado el apoyo suficiente ni a nivel nacional e internacional para obligar a que el TSE permita la realización de una auditoría electoral.

Al proceso de validación de las elecciones presidenciales por los partidos de oposición (principales interesados) lo denomino “negociación política concertada de la oposición al MAS”, es decir, que la oposición al no realizar ninguna acción, también son parte del fraude electoral aunque no participaron activamente.


 La respuesta a la pregunta tiene una raíz económica estructural que se agudizando en nuestros días y es producto de no sólo los últimos 14 años de una mala gestión gubernamental sino de 195 años de gobiernos dominados por intereses personales y políticos.

La situación económica catastrófica actual

El gobierno transitorio de Jeanine Añez a pesar de su corta estancia tuvo tiempo suficiente para revisar, auditar y evidenciar  la situación económica real de Bolivia, que dista mucho de la mercadotecnia electoral de Evo Morales y de su partido el MAS.

Para pagar los bonos derivados de la pandemia del COVID19 el gobierno transitorio tuvo que solicitar préstamos internacionales, porque en las arcas públicas y en las reservas internacionales no se contaba con los recursos suficientes para cubrir con dichas obligaciones necesarias, además se tuvo que paralizar los procesos de las empresas públicas por que estas no son rentables sino más bien son fuente de erogación de recursos que Bolivia no cuenta.

El crecimiento económico pregonado y orgullo de Evo Morales, de Luis Arce, Ministro de Economía y Finanzas Públicas y de su partido es una falacia (mentira) que con el pasar del tiempo se está derrumbando poco a poco (ver blog: El Crecimiento económico en Bolivia. ¿Una realidad o una falsa realidad? (Sivila, 2020 (09)), (Sivila, 2020 (10)) (Sivila, 2020 (11))
https://asivilach.blogspot.com/2020/08/caso-i-parte-i-el-crecimiento-economico.html, 
https://asivilach.blogspot.com/2020/08/caso-i-parte-ii-el-crecimiento.html, https://asivilach.blogspot.com/2020/08/el-pib-real-vs-el-pib-nominal-en-bolivia.html

El primer indicador de esta falsa realidad, es el gasto público que son mayores a los ingresos obtenidos, como resultado el déficit público se acumuló por 7 años y sigue contando debido a que la pandemia del Covid19 que agravó la situación económica del país.

Las empresas públicas orgullo del gobierno de Evo Morales y de su partido el MAS, también, producen más gastos que ingresos (ver Blog : https://asivilach.blogspot.com/2020/10/caso-1-evaluacion-financiera-de-la.html). Ni una de las empresas públicas creadas por el gobierno son rentables, por tanto, estas requieren para mantener su operación de financiamiento público millonarios, y en aquellas empresas que generan ingresos el mismo gobierno compra los productos para aparentar que tienen ingresos (Sivila, La economía en Bolivia, 2020 (13)).

Luis Arce candidato a la presidencia y su partido el MAS en la campaña electoral de 2020 prometió un bono que se denominó “Bono contra el hambre” por la cantidad de Bs 1,000.00 para contrarrestar el bono denominado “Medicinas” de la presidenta transitoria Añez por Bs 500.00 bono, a decir del gobierno, ya contaba recursos provenientes de un préstamo del FMI. (Sivila, La economía en Bolivia, 2020 (09)) 

La asamblea “a modo”, compuesta con la mayoría de MAS, no aprobó el bono de Bs 500 ni el financiamiento del FMI alegando que este organismo internacional neoliberal, tenía una serie de condiciones crediticias que se consideraban injerencia en la soberanía de la economía boliviana. Analizando las condiciones estas eran las que cualquier banco comercial aplica a sus prestamistas porque quiere aseguran la cobranza del capital prestado como son: Garantizar los ingresos para los cuales tienen que tomar medidas que disminuyan los gastos corrientes (déficit público), emitir reportes financieros de que las finanzas públicas son sanas, etcétera (Sivila, La economía en Bolivia, 2020 (09)). Ver blog: https://asivilach.blogspot.com/2020/08/caso-i-parte-i-el-crecimiento-economico.html

Como apoyo a su candidato del MAS, Luis Arce, la mayoría del partido del MAS en la asamblea, el 16 de septiembre de 2020, aprobó la Ley No 1330 del “Bono contra el hambre” que no tenía recursos asignados ni tampoco de un financiamiento para su otorgamiento. El gobierno transitorio de Añez objeto esta ley demostrando que los recursos de los préstamos internacionales estaban destinados a un objeto diferente al bono (contrato de préstamos No 9115-Bo y No 5039/OC-BO) (Órgano Ejecutivo del Estado Plurinacional de Bolivia, 2020). La asamblea hizo circo maroma y teatro para demostrar la existencia de recursos con préstamos anteriormente aprobados y que tenían un objeto específico diferente al bono mencionado y en algunos casos ya se habían aplicado.

Una vez que Luis Arce asumió el gobierno, no anunció de inmediato el pago del bono contra el hambre que era lo más lógico ya que la asamblea Masista juro y perjuro que contaba con los recursos disponibles y que el gobierno transitorio de Añez lo estaba obstaculizando. Es en fecha 10 de diciembre de 2020 que promulgo las leyes 1345 y 1346 que viabilizan el financiamiento  y que se pagaría a fines de diciembre  (tres meses después de que la ley No 1330 fue aprobada por la asamblea del MAS), por tanto, se concluye (infiere) que el gobierno transitorio de Añez estaba en lo cierto, ya que no se disponían de los recursos financieros necesarios para pagar el bono y Luis Arce tuvo que negociar un endeudamiento adicional para cumplir con su promesa electoral.

Es importante mencionar que Luis Arce no sólo comento y/o prometió el bono del hambre de Bs. 1,000 sino que afirmo que su partido el MAS entregará bonos de 1,000 bolivianos a los sectores vulnerables, hasta que se reactive la demanda interna no por cuestión demagógica sino por una cuestión estrictamente económica (Opinión. Diario de Circulación Nacional, 2020). Una vez que asumió la presidencia, nunca más se comentó de los bonos prometidos que es un indicador más de la fragilidad de la economía boliviana.

Conclusiones:

Para conocer la realidad de una casa, hay que vivir en ella lo suficiente para encontrar - como dicen los empresarios gringos cuando quieren comprar una empresa- los “esqueletos en el closet”, es decir, te quieren vender una casa recién pintada pero los cimientos de están desbaratando, por tanto su valor es de un terreno, porque la edificación tiene que demolerse.

La oposición al MAS estuvo en el gobierno 11 meses viviendo en una casa con closets lleno de esqueletos, es decir, donde “se rasque” se encuentra mentiras económicas – financieras que fueron verdades para el gobierno del MAS.

Luis Arce en una entrevista, reconoció la realidad económica de Bolivia al decir “se requerirá de dos años y medio para salir de la situación económica delicada en que se encuentra Bolivia”, acusó al gobierno transitorio de Añez de la debacle económica, en vez de asumir la responsabilidad de la situación actual que fue derivada de 14 años de una mala gestión gubernamental donde prevaleció el gasto público sobre el ingreso y que fue financiado con un endeudamiento histórico para la economía boliviana.

Si cualquiera de los partidos opositores al MAS ganaban la elección presidencial estaban obligados a afrontar un reto económico monumental que implica reducir gastos, pagar la millonaria deuda para que así los organismos internacionales te vuelvan a prestar, porque de otro modo, se tendría que “hacer magia”  para obtener ingresos de donde no se tiene, reactivar la economía para crear empleos, invertir millones en la exploración y descubrimiento de yacimientos de gas ya que los pozos actuales están en declive por la sobreexplotación durante 14 años, gastar millones en mantener en operación a más de 100 empresas públicas deficitarias, etcétera.

Todas las acciones anteriormente mencionadas requieren de medidas económicas “draconianas” que por su naturaleza son impopulares como por ejemplo: Para reducir el gasto público se tiene que despedir personal, cerrar empresas públicas deficitarias, reducir al máximo las obras públicas, devaluar la moneda, incrementar los impuestos, disminuir las importaciones (Bolivia no es autosuficiente vive de los productos importados) lo que genera escasez, etcétera, acciones que generan descontento y sufrimiento en la población.

Un ejemplo muy reciente de un gobierno “neoliberal” asuma el relevo a uno socialista es el gobierno del ex presidente Argentino, Mauricio Macri, recibió un país altamente endeudado, con gasto público elevado (déficit público), con una economía decreciente y con altos niveles de corrupción que involucran a la expresidenta y actual vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner y a su familia con crímenes a la vista de todos y que además la justicia argentina le ha dictado prisión preventiva (https://español.yahoo.com/noticias/para-francisco-toma-distancia-cristina-071800106.html), y que lamentablemente no se ha ejecuta ninguna acción jurídico legal porque es característica de los gobiernos socialistas el control de todos los poderes (Órgano ejecutivo, legislativo y judicial) de tal forma que la impunidad impere. (Existen más coincidencias que diferencias de lo que sucedió en la Argentina con Bolivia, porque desde que asumió a la presidencia Luis Arce, todos los “Masistas” que tenían denuncias por hechos delictivos, fueron inmediatamente liberados de toda culpa).

El expresidente argentino Macri tuvo que asumir el reto aplicando medidas restrictivas y políticas económicas austeras para establecer las bases de la reconstrucción de la economía. Las medidas restrictivas generalmente son muy mal aceptadas por la mayoría de la población, ya que exige sacrificios económicos que implican la suspensión de gasto público denominado no productivo como son los bonos, apoyos y empleos burocráticos pero que es necesario para equilibrar el presupuesto público. En conclusiones, el trabajo “sucio” lo hizo Macri ganado el repudio de los argentinos y como resultado en la siguiente elección nuevamente ganó la ideología socialista con Alberto Fernández  como presidentes y Cristina Kirchner como vicepresidente, pero a diferencia del país económicamente quebrado que le entrego Kirchner a Macri, los socialistas recibieron un país con bases establecidas para el crecimiento económico derivado de la implementación de políticas económicas y sociales no populares.

Tomando como ejemplo el caso argentino, el silencio de los partidos opositores al MAS fue una “Negoción política concertada”, es decir, dejaron o permitieron que Luis Arce y los Masistas ganaran las elecciones con el objetivo de que el gobierno socialista asuma la responsabilidad de sus acciones en 14 años de gobierno para así no allanarles el camino aplicando medidas estricticas y políticas económicas que implican sacrificios a una gran mayoría de la población como lo hizo el gobierno argentino de Macri, en otras palabras, el objetivo es que los propios Masistas resuelvan la crisis económica que gestaron durante 14 años de gobierno y que asuman el costo y las consecuencias de la aplicación de las medidas restrictivas y de las políticas económicas no populares para sentar las bases para la reactivación económica. 



 

 Acerca del autor:

 Abraham Arno Sivila

Doctor en Ciencias Administrativas

 Se autoriza la reproducción con la cita correspondiente:

 Sivila, A. A. (24 de enero de 2021 (15)). La economía en Bolivia. Obtenido de 15. Parte II. Los retos de Bolivia a partir de enero de 2021. Fraude electoral o negociación política concertada.: https://asivilach.blogspot.com/2021/01/15-parte-ii-los-retos-de-bolivia-partir.html 





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